La muerte nos reunió
en junio de dos mil cinco,
el destino pega un brinco
y a los cinco nos juntó.
Bella vida floreció
a la vuelta de la esquina,
Anto, Ignacio y Carolina
entre juegos y entremeses,
supieron que en cinco meses
otr@ prim@ se encamina.
Francisco Viveros
Concepción, 1º de Febrero de 2012
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