En el ruido mundanal
que emite San Valentín,
yo pregono que su fin
solamente es comercial.
No confunda la vanal
festividad extranjera
con la entrega más sincera
de cariño cotidiano,
te abrazo, tomo tu mano
y te allego a mi cadera.
Francisco Viveros
Santiago, 19 de febrero de 2011.
Y te allego a mi cadera
ResponderEliminardice tu verso filudo
luciendo bello, nervudo,
con lucidez muy certera.
La fecha es una lesera
persigue un unico fin:
que tu tarjeta haga ¡clín!
al momento de comprar
si me hablas de enamorar
prefiero sin Valentín.
Prefiero sin Valentín
ResponderEliminarpara mi no es necesario
pues dejo que fluya a diario
mi río de amor sin fin.
Incesante es el trajín
pa alegrar a las parejas,
entre rosa y globo dejas
depositado el cariño,
se viene el día del niño,
yo me tapo las orejas.
Yo me tapo las orejas
ResponderEliminarante el comercio voraz
no deja al cristiano en paz
si es que tú no te festejas.
Expongamos nuestras quejas
con tu creación apunta.
Hacia donde se despunta
la ambición con el lucrar
sólo falta celebrar
'el día del sacapunta'.
'El día del sacapunta'
ResponderEliminarluego 'El día del zapato',
'El día'el perro y el gato'
la estupidez ya despunta.
Con tanta tontera junta
sólo me queda pensar
que el consumo y el comprar
nos invaden día a día,
al menos con poesía
plantiemos que va a acabar.
Plantiemos que va a acabar
ResponderEliminarla tontera redundante
debes mirar adelante
ponerte luego a crear.
Nuestra tierra es fontanar
de almas bravías e inquietas.
Que surgen como saetas
fecundas como el maíz
¡Despierta, Chile, país
de playa, vino y poetas!
De playa, vino y poetas
ResponderEliminarme gustaría vivir,
arrancar del consumir
y de tantas cuchufletas.
El mercado encuentra vetas
incluso en la religión,
es muy clara la cuestión
incluso para un pendejo:
porque es "Pascua del Conejo"
y no de Resurrección.
Y no de Resurrección
ResponderEliminardel Mesías necesario
para este mundo falsario
ahogado en la producción.
Es triste la situación
porque a todos nos alcanza.
Los medios a la acechanza
en la pista resbalosa
no perdamos una cosa:
no perdamos la esperanza.