Yo tengo una ira ancestral
que en mi pecho está anidada,
que surge descontrolada
como un fuerte manantial.
No tengo control cabal
sobre sus malos efectos,
es uno de mis defectos
y así lo debo asumir:
me ocuparé en corregir
mis humores insurrectos.
Francisco Viveros
Concepción, lunes 11 de marzo de 2013.
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