Imagen rescatada del Flickr de Sebastián Correa. |
No se le vaya a ocurrir
ir en bici a este Museo,
pues su tranquilo paseo
puede muy mal concluir.
Al irse puede advertir
que no se encuentra amarrada,
si no que ha sido robada
desde el propio cicletero:
no asumen el verdadero
valor de la bici hurtada.
Francisco Viveros
Domingo 30 de diciembre de 2012.
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